martes, 26 de enero de 2010

HISTORIA Nº 4 MAGDA PEREZ HERVAS

Para mi la lactancia no tenía una importancia en especial, no sentí necesidad de aprender nada, ni preguntar nada.
Era algo más que trae la maternidad y no sabía que podía haber complicaciones o problemas.

Le di importancia cuando despues de tres meses de mami 24 horas, (felicisima, orgullosa, completa, con problemillas tipicos y comienzo doloroso superado) mi hija dejó de aumentar peso.
veia sus ojitos ojerosos y sin tener ninguna otra explicación fui convencida de que el problema era m falta de leche. Se me fué el alma a los pies, no servia para alimentar a mi hija, comence con suplementos (tipica ayudita, si.. pero al destete)

El primer biberón a mi hija fue acompañado de lagrimas, amargas según veia con las ganas que lo tomaba, lagrimas que nadie comprendía.
El olor de mi hija cambió desde ese momento.
sus ratos en mi pecho fueron disminuyendo rapidamente, a poco mas de dos meses me lo rechazaba, se destetó del todo, pero yo sentia la necesidad de tenerla en mis brazos, de ser yo quien la diera el alimento y no dejaba que nadie le diera el biberón.

Con mi segundo hijo, rogaba que no me pasara igual, pero tampoco sabia si podia hacer o no algo, no conocia donde o en quien encontrar información.
Mi hijo fué muy tragoncete y mamaba mucho, Encontré un grupo de pos parto, no de lactancia, pero que tocaba un poco de todos los temas.
Mi tragoncete comenzó con alimentación complementaria pasados los 7 meses. La lactancia la dejé de postre y mi niño comia tan bien de todo... que poco a poco no le quedaba hueco para el postre de mami.
No fué nada traumatico, fue algo porgresivo, sobre el año y medio se destetó (se destetó solo pero, yo pienso que fué prematuro, como su hermana).

Tengo la tranquilidad de que ninguno de los dos sufrío con el destete, aunque yo si lo pasé algo mal.

Con mi tercer hijo, 10 años más tarde, con más experiencia, más información a mi alcance y "San Carlos Gonzalez" en mis lecturas durante el embarazo. La cosa cambió.

Le he dado mucha más importancia, me he preparado, he incluso he procurado no solo informarme si no informar.
Mi pequeño ahora tiene dos años y cinco meses. Disfrutamos de la lactancia (pasando los comienzos dificiles como con sus hermanos), sigue siendo su mayor aporte de lacteos, siendo su desayuno, almuerzo, postre de la comida, merienda, postre de cena, calma sus dolores, su sed y lo tiene cuando nos apetece pasar un ratito juntos.
Esta vez, estaré preparada para cuando se destete, que será cuando el lo desee. Mientras tanto disfruto cada momento especial.

Feliz maternidad y dulcisimas lactancias para todas.